¿Eres de los que creen que el aire acondicionado es malo para la salud y por eso no lo usas? Seguro que en más de una ocasión la temperatura ambiente no te ha dejado dormir: bien por ser demasiado fría o demasiado caliente. Te has comprado un precioso aparato de aire acondicionado pero a veces también te resulta molesto.
Normas básicas que el aire acondicionado no sea dañino
Para que el aire acondicionado no resulte dañino hay tres normas básicas que debes seguir sí o sí: cambia el filtro cada cierto tiempo, cuida siempre la limpieza de tu aparato y respeta las temperaturas tanto de día como de noche.
Es recomendable llevar a cabo una revisión completa de tu sistema de climatización por profesionales en instalación y mantenimiento de estos equipos con el fin de evitar la acumulación de bacterias que puedan llegar a ocasionar alguna molestia o enfermedades en las vías respiratorias.
Revisa la temperatura que seleccionas
Y es que la temperatura es un factor clave a la hora de accionar tu aparato de aire acondicionado por la noche. Así, lo primero que debes tener en cuenta antes de lanzarte a introducir los grados que quieres es que la temperatura diurna no es igual que la temperatura nocturna.
Esto es así porque cuando estamos dormidos nuestro cuerpo disminuye de temperatura, por lo que si duermes con la misma temperatura que mantenías durante el día es muy probable que te resfríes. ¿Tienes la suerte de contar con un aire acondicionado con el modo Sleep? Pues actívalo y a dormir.
¿Aires acondicionados ruidosos?
Claro que a lo mejor tu problema con el aire acondicionado no es la temperatura, sino el ruido. Es cierto que a mucha gente le cuesta conciliar el sueño debido al continuo runrún que emiten estos aparatos o incluso puede que no te moleste el ruido de forma consciente pero que este sí que te interfiera en la calidad del sueño.
Para evitar el problema del ruido, a la hora de adquirir un aparato la mejor opción es inclinarse por la instalación de aire acondicionado por conductos pues la máquina no suele colocarse en habitaciones y dormitorios, sino en baños. Y si lo que te preocupa es la factura de la luz, ¡por ahí te va un truquillo! Hazte con un aparato eficiente a nivel energético, catalogado bien como A++ o como A+++, ¡y a ahorrar!