El mindfulness puede considerarse una filosofía de vida que incluye la práctica de la meditación. Algo que no puede ayudar a relajarnos y transmitir paz. Lo bueno es que se puede poner en práctica en cualquier lugar, incluso nuestro hogar.
De hecho, se recomienda tener un espacio propicio dentro de tu casa. No tiene por qué ser una estancia exclusiva para estos momentos de relajación, pero sí propicia para ello.
Fuera distracciones
Uno de los primeros consejos es evitar las distracciones. Apuesta por colores neutros, evita tener encendidos aparatos electrónicos como televisor o el ordenador. Si puede ser, apuesta por líneas rectas y limpias en tus muebles y evita cuadros con colores llamativos que puedan distraer tu atención al hacer mindfulness.
En resumidas cuentas, se trata de crear un espacio y con un ambiente relajado en el que te apetezca estar.
También deberías apostar por la luz natural así como, en la medida de lo posible, por materiales naturales, tanto en los muebles como en la decoración.
Más allá del espacio
Una vez que tienes acondicionado tu espacio, debes encontrar el tiempo para poner en práctica el mindfulness.
Se recomienda que empieces eligiendo un momento de cada día o semana para dedicarte a esta relajación. Evidentemente, tienes que comprometerte a cumplirlo. Lo más importante es que tanto el momento como la frecuencia elegidos sean cómodos y que se adecúen a tu forma de vida.
Por si te sirve de ayuda, la mañana justo después de levantarte o por la noche, justo antes de acostarte, son los momentos más propicios para hacer mindfulness. Puedes probar hasta que des con el momento adecuado para ti.
En cuanto al tiempo que le tienes que dedicar, lo normal es que mantener la atención plena te cueste más al principio, por lo que con un par de minutos puede ser suficiente. Cuando vayas teniendo más experiencia, podrás ir aumentando el tiempo que le dedicas al mindfulness.
Por último, conviene recordar que aunque no es necesario tener ningún tipo de preparación física antes de hacer mindfulness, algunos te recomendarán que aproveches estos momentos para hacer estiramientos e, incluso, ejercicios que combinan muy bien con el mindfulness, como puede ser el yoga.
Fuente: soluciones integrales – blog